Lo cierto es que en los últimos meses apenas he tenido
tiempo de leer romántica y, mucho menos, de escribir reseñas de novelas para el
blog. Sin embargo, pese a todas las cosas que todavía me quedan pendientes y a
las obligaciones que debo atender, he sentido la acuciante necesidad de
comentar la novela que me ha tenido en vela durante toda la noche pasada
(literalmente).
“Cuando un pícaro sinvergüenza y una sabelotodo engreída
intentan ponerse de acuerdo… No siempre sale como ellos imaginan.
Minerva Highwood, una de las solteras de Cala Espinada,
necesita ir a Escocia. Colin Sandhurst, lord Payne, necesita… salir de Cala
Espinada. Tienen sólo siete días para planear una fuga, convencer a sus
familiares y amigos de que, a pesar de sus conocidas diferencias, se han
enamorado locamente. Una semana que será su ruina.
En estos siete días de locura deberán recorrer con éxito 650
kilómetros, esquivando a los salteadores de caminos. Un viaje en el que se
verán obligados a superar sus miedos más profundos sin cometer un asesinato.
Pero tal proeza les parecerá imposible pues no les quedará más remedio que
compartir un pequeño carruaje por el día y una cama, aún más pequeña, por las
noches.
¿Será la atracción que de forma inesperada empieza a surgir
entre ellos, una salvaje pasión que late en sus corazones, la encargada de
conseguirlo? ¿Lograrán recorrer la distancia y cumplir todas las promesas que
se han hecho? O, por el contrario, ¿recorrerán únicamente el camino hacia lo
más profundo de sus almas? Aunque quizá…, sólo quizá…, este sea su viaje hacia
el amor.”
Siete días de locura
supone la tercera entrega de la serie Spindle
Cove, aunque es la segunda que se ha traducido a nuestro idioma, saga con
la que la autora Tessa Dare se ha dado a conocer en nuestro país. En ella se
nos cuenta la historia de Colin, un atractivo y problemático vizconde, y
Minerva, una mujer de discreta belleza a la que le preocupan más las piedras
que los bailes.
Colin Sandhurst, lord Payne, tiene tantas luces como
sombras. Su apariencia física, su apostura, ese humor chispeante del que hace
gala a todas horas lo ha convertido en el destinatario de los suspiros de la
mayoría de las mujeres que se ha encontrado a lo largo de su disipada vida. Su
facilidad para adaptarse a cualquier situación, para hacer amigos o para
conseguir que cualquiera se sienta especial, le ha granjeado la simpatía de
todos, o casi todos, aquellos que lo rodean. Y ese talento innato que parece
poseer para mentir con una sonrisa sin que nadie dude, ni por un sólo instante,
de su palabra le ha evitado más de un enfrentamiento… y tener que dar
demasiadas explicaciones. Y es que Colin, pese a su constante sonrisa, pese a
ese carácter despreocupado del que hace gala y, sobre todo, pese a esa vida de
disipación y libertinaje que lleva y que le ha convertido en uno de los hombres
con peor reputación de Inglaterra, no es más que un farsante. Un tipo
atormentado por el pasado, por unos recuerdos que no le permiten dormir por las
noches, y una inseguridad que nadie podría adivinar jamás. Un hombre que, pese
a pertenecer a todos los clubes habidos y por haber en Londres, pese a
considerarse “amigo” de algunos de los personajes más influyentes de la alta
sociedad y, sobre todo, pese a disponer de toda la compañía femenina que un
caballero pueda desear, está completamente solo.
Minerva, por su parte, es todo lo contrario a Colin. Con
unas habilidades sociales totalmente oxidadas, prefiere excavar en una gruta,
analizar piedras o investigar restos geológicos que asistir a bailes o alternar
con caballeros. De todos modos, tampoco es que sirviera de mucho que ella
mostrase interés por esas cuestiones. Al fin y al cabo, ningún caballero
repararía jamás en una mujer tan anodina, marisabidilla y poco atractiva como
ella. Y, mucho menos, ese vizconde encantador que ha provocado los suspiros de
todas las féminas del pueblo desde el mismo instante en el que apareció en
escena por primera vez. Así, pues, ¿para qué molestarse en tratar de agradarle?
Si, además, él ni siquiera es capaz de recordar su nombre… Sin embargo, lo que
Minerva no va a permitir es que ese embaucador desvergonzado se case con su
dulce hermana sólo para recuperar el control de su herencia. Diana se merece
algo más que un matrimonio como ése y ella está dispuesta a cualquier cosa para
salvarla… Incluso a provocar un escándalo huyendo con él a Escocia… y
compartiendo su cama en el camino.
Lo cierto es que hacía mucho que no leía una novela como Siete días de locura por lo que ya ni
siquiera sé cómo explicar por qué es tan diferente a las demás. Tal vez se deba
a que, página a página, va dinamitando esos tópicos de la romántica histórica
de las que muchas lectoras se han quejado. Cierto que Colin sigue siendo un
granuja, un libertino, un noble desocupado. Sin embargo, es un personaje mucho
más complejo que la mayoría de los protagonistas a los que estamos
acostumbrados. Es un hombre lleno de complejos, de temores, un tipo que ni
siquiera es capaz de dormir por las noches a causa de los recuerdos del pasado.
Tampoco es, ni de lejos, uno de esos personajes cínicos y hastiados a los que
estamos habituadas. Es, simplemente, un tipo marcado por la tragedia. Ni, desde
luego, estamos ante uno de esos caballeros que guardan las distancias con el
mundo porque un suceso del pasado los haya incapacitado para relacionarse. Por
el contrario, Colin tiene una increíble capacidad de relacionarse, de hacer
amigos, aunque le resulta completamente imposible confiarle a alguien ese
trauma infantil que lo ha convertido en quien es. Y, sobre todas las cosas,
Colin es uno de esos caballeros andantes de los que hablaban las historias
medievales… O, al menos, trata de serlo.
Al mismo tiempo, Miranda también rompe, a su manera, con
esos tópicos. Hemos visto muchas veces en nuestras novelas a protagonistas
femeninas inteligentes, valientes y repletas de talentos. Sin embargo, por muy
inteligentes que ellas fueran, su “chico” lo era más. Por muy valientes que
fueran, el caballero en cuestión las sobrepasaba ampliamente. Y, desde luego,
sus talentos no podían compararse jamás con las del protagonista masculino. En Siete días de locura… Ocurre exactamente
lo mismo. Colin la sobrepasa en aptitudes. Colin, por supuesto, es más valiente
que ella. Colin es más inte… ¡Ah, no! Eso sí que no. Miranda, contrariamente a
lo que suele suceder, es más inteligente que su “chico”. Y él, como buen
caballero, lo admite sin ninguna vergüenza.
Asimismo, también los escenarios varían. Londres sólo
aparece de pasada y sin que los personajes pisen, siquiera, una pista de baile.
Un carruaje, una posada, la mansión del pecado de un depravado duque, los
polvorientos caminos de Northumberland, una feria repleta de niños… Muchos —y
muy poco glamourosos, por cierto—, son los escenarios que pasan por esta
maravillosa novela.
Los secundarios, por su parte, quedan en un completo segundo
plano. Si bien cumplen con su función para el desarrollo de la trama, ninguno
le resta protagonismo a los personajes principales.
Y, finalmente, la historia. La historia de una chica
acomplejada y llena de miedos que prefiere mostrar desinterés por el amor y el
matrimonio que reconocer que se siente derrotada. La historia de un hombre que,
aun cuando duda de su capacidad de amar, puede pasarse la noche anotando
nombres que comiencen con M sólo para usarlos para molestar a una marisabidilla
que cuestiona su capacidad intelectual en cuanto tiene ocasión. La historia de
unos personajes que no se enamoran a primera vista… Simplemente sienten la
necesidad de atormentarse mutuamente desde el mismo instante en el que sus
miradas se cruzan por primera vez. Todo ello aderezado con ingentes dosis de
humor, con diálogos disparatados y situaciones que rozan el absurdo. Sólo
aquellas ya lejanas novelas de los Bridgerton habían conseguido, estando
escritas en clave cómica, hacerme llegar la historia de amor de esta manera.
Para mí, sencillamente, una novela de 10.
4 comentarios:
Hola
Tessa Dare ha sido una grata sorpresa este año, la primera entrega me pareción una historia muy divertida, y éste lo estoy esperando con muchas granas!!!
Me quedo con tu 10!!!!
Un besote
Hola Pepa!
Yo ya había leído a Tessa en inglés y me había gustado mucho... ¡¡Pero esta serie, y esta novela en concreto, superan todas mis expectativas!! Ya me dirás qué te parece.
Biquiños!
Me dejas pasmada, pensé que era el segundo, vamos que no se habían saltado ningún libro, odio cuando hacen esto, en serio!!
Tengo el primero "Una noche nada más" y lo leeré este veranito, a ver que tal. Las críticas son buenas y veo que te gusto al igual que este segundo( o tercero).
Bicos!
@Niusa
Hola!
Primero de nada,perdón por tardar tanto en responder, he estado "desconectada" de esto ¡¡Lo siento!!
En cuanto al orden, en la página de Tessa Dare aparece entre esta novela y la anterior una especie de historia corta. No sé si se puede considerar una segunda entrega o una de esas 1.5 que están publicando algunas autoras últimamente (como hizo Kleypas con las Hathaway aunque, en el caso de Tessa, los protagonistas son personajes diferentes).
La novela me encantó. Es taaaaaaan bonita... Y Colin es taaaaaaaan, taaaaaan, ainsssss, jajajaja
Ya me dirás qué te parece.
Biquiños!!! (y, de nuevo, perdón :( )
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