“La
romántica y tímida Zoe Hoffman ha renunciado prácticamente al amor. Es un alma
tierna y romántica, pero ha sufrido tanto en el pasado que no se atreve a
confiarle a nadie su corazón. Mucho menos a Alex Nolan, a quien ha contratado
para que remodele su casa del lago, a pesar de su carácter grosero y su
reputación de amargado y vividor. Lo que Zoe no sabe es que Alex está siendo
atormentado por un fantasma que le acompaña a todas partes.
Alex bebe
para mantener a raya a sus demonios y no sólo ha renunciado al amor, sino que
jamás ha creído en él. Zoe y Alex son como el agua y el aceite, el hielo y el
fuego, la luz y las sombras. Pero, a veces, sólo se necesita un rayo de luz
para espantar la oscuridad.”
El lago de los sueños supone la
tercera entrega de la serie “Friday Harbor” de Lisa Kleypas. En ella nos
encontramos con la historia de Alex, el Nolan más atormentado y misterioso, y
Zoe, una mujer cuya dulzura podría derretir a un glaciar.
Alex Nolan
es un hombre desolado. Como el más joven de los hermanos, a Alex le tocó sufrir
lo peor del alcoholismo de sus progenitores. Siendo un niño, tuvo que aprender
a vivir sin necesitar nada, sin pedir nada. Demasiado pendientes de la botella,
sus padres a menudo se olvidaban de él. Demasiado condicionados por su
adicción, constantemente se ensañaban con el crío. Así pues, aun cuando todos
los Nolan se vieron condicionados por sus incompetentes progenitores, él ha
sido, sin duda, el que ha recibido la peor parte. Y eso lo marcó tanto que
condicionó toda su vida.
Tras un
fallido matrimonio con una mujer a la que no amaba y que sólo lo quería por su
dinero, Alex parece decidido a seguir el mismo camino que siguieron sus padres.
Y es que, si no pone freno pronto a su adicción, es probable que el alcohol lo
lleve a la tumba.
Zoe es la
dulzura personificada. Amable, atenta, encantadora y cariñosa, además de
extremadamente hermosa, la población masculina se ha desvivido en atenciones
para con ella. Al menos la población masculina menos apropiada. Y es que con su
increíble belleza, Zoe ha espantado siempre –sin querer- a todos los hombres
aceptables con los que se ha cruzado y sólo ha logrado que los menos apropiados
trataran de propasarse con ella. Precisamente por eso, por ese interés que
suscita cada vez que entra en una habitación, es extremadamente tímida. Tanto que
incluso hablar de reformas con el hombre que va a remodelar su casa le parece
una tarea imposible. Sobre todo porque ese hombre es el más atractivo que ha
conocido nunca… Y el más peligroso.
La atracción
entre Alex y Zoe es la atracción que surge entre dos personas completamente
opuestas. Alex es un cínico sin ideales, cuyos sueños se han perdido –si los ha
tenido alguna vez- hace mucho tiempo. Incapaz de creer en el amor, contrario al
matrimonio, está convencido de que hará daño a cualquiera que quiera acercarse
demasiado. Zoe, por su parte, es una romántica, una soñadora tímida que siempre
ha aspirado a encontrar a alguien que la ame y a quien amar, pero no lo ha
logrado. Ni su fallido matrimonio con su mejor amigo, ni el acoso al que se ha
visto sometida por los hombres desde que le alcanza la memoria, han logrado
echar abajo todas sus aspiraciones.
Así pues,
cuando se encuentran, es inevitable que salten chispas entre ellos. El carácter
de Zoe choca con el de Alex y hace que todas sus convicciones se tambaleen. La valentía
de ella para enfrentarse a una relación que puede acabar en un terrible
fracaso, colisiona con la cobardía de él para enfrentarse a sus fantasmas y a
sus propios sentimientos. Así, poco a poco, tendrán que echarle un pulso al
destino, a sus propias convicciones, a sus miedos y fantasmas.
Junto a
ellos, los protagonistas de una hermosa historia secundaria deberán encontrarse
de nuevo y aclarar todos los malentendidos que los separaron en el pasado. En el
proceso, por supuesto, tanto la abuela de Zoe como el misterioso fantasma que
acompaña a Alex, jugarán un papel fundamental en la historia principal. Pero, sobre
todo, dejarán claro que al amor, al de verdad, no lo mata ni el tiempo, ni la
distancia, ni las equivocaciones… Ni siquiera la muerte.
Con unos
personajes increíbles, tan bien caracterizados que prácticamente parecen
reales; unos escenarios de ensueño; ese estilo Kleypas que lleva años
cosechando halagos y premios y una historia repleta de ternura, magia,
superación y esperanza, El lago de los
sueños es el tipo de novela que te hace reír, llorar y soñar despierta. Una
de esas historias que te contraen las entrañas y te recuerdan por qué lees
romántica. Uno de esos libros que no se olvidan fácilmente.
Para mí, la
mejor entrega de la serie Friday Harbor y la muestra tangible de por qué Lisa
Kleypas es, desde hace años, mi autora predilecta.
Simplemente,
una novela de 10.
CITAS DE LA
NOVELA:
“Ya, pero es que detesto las bodas.
—¿Por culpa de Darcy?
—Porque una boda es una ceremonia en la que una virgen simbólica rodeada de mujeres que llevan unos vestidos espantosos se casa con un novio resacoso acompañado de amigos a los que llevaba años sin ver pero que van de todos modos. Después hay una recepción en la que los invitados se pasan dos horas sin otra cosa que llevarse a la boca que alitas de pollo tibias o esas almendras recubiertas de Dios sabe qué mientras el DJ intenta lavar el cerebro a todo el mundo para que baile Electric Slide o Macarena, a lo que acaban por prestarse algunos idiotas borrachos. Lo único bueno de una boda es la bebida gratis.
—¿Puedes repetírmelo? —le preguntó Sam—. Porque podría querer apuntarlo para usarlo en mi discurso."
“—Creía que el genio de la informática era Sam.
—Créeme: nunca dejes que Sam se acerque a tu ordenador. Cuando se vaya habrá cambiado todas las contraseñas, entrado ilegalmente en la red del Departamento de Defensa y activado el bluetooth de todo lo habido y por haber, hasta el punto de que no podrás usar la tostadora porque no es visible para otros dispositivos. "
—Créeme: nunca dejes que Sam se acerque a tu ordenador. Cuando se vaya habrá cambiado todas las contraseñas, entrado ilegalmente en la red del Departamento de Defensa y activado el bluetooth de todo lo habido y por haber, hasta el punto de que no podrás usar la tostadora porque no es visible para otros dispositivos. "
“—Te pasará —le dijo el fantasma, como si
le leyera el pensamiento—. Te golpeará un día como un hacha. Hay cosas en la
vida de las que uno no puede escapar.
—Tres cosas —dijo Alex—. La muerte, los
impuestos y Facebook. Pero de enamorarme seguro que puedo librarme.”
“—Tom. —Alex se volvió,
agarrándose los antebrazos con desespero. Le chocó ser capaz de notar la
textura y la fuerza de una forma humana—. ¿Qué hago ahora? —preguntó.
—Nada. —Tom lo miró con lúgubre compasión—. No
puedes hacer nada más que observar.
Alex se volvió a mirar a Zoë sin poder
evitarlo.
—La amo. Tengo que estar con ella.”
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