En un día como hoy es imposible no mirar hacia atrás. Mirar hacia el pasado más lejano, aquellas Navidades de nuestra infancia, quizá. O, tal vez, sólo los acontecimientos de este año que se marcha acudan a nuestra mente. Para muchos, decirle adiós será un alivio, las esperanzas puestas en este 2013 que todavía no se ha presentado. Para otros, alguna fecha de ese 2012 puede haberse convertido ya en inolvidable.
En mi caso, el año que se va es uno de esos que trataremos de olvidar y este 2013 que llega se presenta cargado de decisiones, para bien o para mal; como una época de cambios y, por qué no, como 365 días de nuevas oportunidades. No obstante, hay algo que nunca olvidaré de este 2012. Un 6 de mayo. Una semana en la que, por fin, pude recorrer unas calles que había visitado mil veces con el Google Maps.
Y, por supuesto, como cada año en estas fechas sólo queda desearos a todos un próspero año nuevo. Espero que el 2013 sea generoso y cumpla todos vuestros sueños y deseos, incluso aquellos que habíais guardado ya en el cajón del olvido.
Y, por supuesto, como cada año en estas fechas sólo queda desearos a todos un próspero año nuevo. Espero que el 2013 sea generoso y cumpla todos vuestros sueños y deseos, incluso aquellos que habíais guardado ya en el cajón del olvido.
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