“Oliver Sharpe, marqués de Stoneville, lleva años siendo el libertino más célebre de Londres. Harta de su comportamiento, su abuela le amenaza con desheredarle si no doma su salvaje conducta y se casa en el plazo de un año. Indignado, Oliver decide contratar a una mujer de un burdel para que se haga pasar por su prometida a fin de demostrar que ni pueden forzarle a casarse. Cuando conoce a Maria Butterfield, una hermosa americana que está buscando a su prometido en los lugares más insólitos, sabe que es perfecta para su ardid. Pero no pasa mucho tiempo antes de que Oliver se sienta dispuesto a arriesgarlo todo para hacer suya a Maria… incluso su corazón y el oscuro secreto que oculta.” (Sinopsis extraída de Autoras en la Sombra).
La verdad sobre lord Stoneville supone la primera entrega de la serie Hellions of Halstead Hall de la exitosa autora de novela romántica Sabrina Jeffries. En ella nos encontramos con la historia de Oliver Sharpe, un libertino aparentemente alérgico al compromiso, y Maria Butterfield, una joven americana dispuesta a encontrar a su desaparecido prometido.
Oliver Sharpe es, exactamente, lo que parece: un completo calavera. Acostumbrado a disfrutar de todos los placeres que una mujer le pueda ofrecer, huye del compromiso. De cualquier clase de compromiso. Es por eso que se ha desentendido de sus deberes como marqués. Esa es la razón por la que mantiene las distancias con el mundo. Ese es el motivo por el que jamás ha tenido una amante. Esa, evidentemente, es la causa de que el matrimonio jamás haya cruzado su mente. Así, entre borracheras, relaciones esporádicas con mujeres de reputación dudosa y acciones moralmente cuestionables, ha transcurrido la mayor parte de su vida. Y así desea que siga. Pero su abuela no comparte sus deseos y tiene sus propios planes para su nieto. Es por ello por lo que le da un ultimátum. O se casa y le da nietos o deberá decir adiós a toda su herencia y, en consecuencia, vivir de sus propias tierras… Para Oliver esto no supondría un problema, pero sabe que no puede dejar a sus hermanos en la estacada. Por eso contraataca elaborando su propio plan: buscará una prometida completamente inadmisible para su abuela, una dama a la que ella no acepte bajo ningún concepto, y la anciana deberá echarse atrás. Pero encontrar una prometida completamente inadmisible no es tarea fácil. Debe buscarla en algún lugar reprobable. Un burdel, por ejemplo. Sí, un burdel será perfecto. Y ahí es donde la encuentra a ella. Hermosa, americana, católica, con una ascendencia genética vergonzosa y una lengua viperina. Es perfecta. El tipo de mujer que su abuela jamás aprobaría. Lo único que necesita ahora es lograr que tire la espada y acceda a acompañarlo.
Cuando Maria Butterfield se embarca hacia Inglaterra en busca de su prometido no se puede ni imaginar lo que le depara el destino. Cuando comienza a recorrer las calles en compañía de su alocado primo, por su mente no pasa que el sino le esté preparando una trampa. Cuando su acompañante se ve obligado, por las pruebas que han encontrado, a entrar en un burdel ni se le ocurre pensar que tendrá que ir a rescatarlo. No lo piensa, pero sucede. Y la joven se ve impelida a entrar en un lugar como ese, armada con una enorme espada, para salvarle la vida a su primo. Craso error. En ese establecimiento la espera el destino en persona. En la persona del marqués de Stoneville que le propone el trato más escandaloso y arriesgado de su vida: hacerse pasar por su prometida. A Maria solo le queda rezar por que la farsa no se acabe volviendo en su contra.
Lo cierto es que, tanto Oliver como Maria son personajes interesantes, polémicos en ocasiones y, al mismo tiempo, entrañables. Oliver es un hombre al que su pasado ha condicionado, cuyas acciones reprobables vienen causadas por unos sucesos que lo marcaron siendo un adolescente. Maria, por su parte, es una mujer demasiado protegida. Pero no en el mal sentido. Maria fue protegida y, al mismo tiempo, dejada en un segundo plano por su padre, pero eso no la ha convertido en una niña con pájaros en la cabeza ni en una estúpida sin remedio. Simplemente, han permitido que se convierta en una mujer demasiado inocente para algunas cosas. No obstante, frente a esto, reúne una serie de características que no solo fascinan a Oliver, sino que se ganan el cariño del lector. Maria es una mujer dulce, cariñosa, leal, sincera y con un sentido de la moralidad bastante agudizado, y con esto no me refiero a que sea una gazmoña, una de esas mojigatas que aparecen tantas veces en las novelas románticas. Para nada. La moralidad de Maria tiene que ver con la mentira, el engaño y las acciones egoístas. Ella no le falla a aquellos que confían en ella, jamás se vuelve contra aquellos a los que quiere, nunca piensa ni actúa de forma egoísta, pero, sobre todo, ella jamás rompe un compromiso. Y eso es lo que fascina a Oliver, que ella es completamente opuesta a él. La atracción entre ellos es innegable e inevitable.
Los personajes secundarios, por su parte, tienen una gran importancia en esta historia. Esto es algo lógico tratándose de una serie. Los hermanos de Oliver, cada uno con sus características propias, son fascinantes y algunos de ellos llevan al lector a desear que se publique pronto su novela. El misterio en torno a sus personalidades se intensifica a lo largo del libro (aunque la historia de alguno y a su pareja ya se puede deducir en esta primera entrega).
La abuela, por su parte, siendo como es una pieza fundamental de la trama, resulta interesante y promete hacernos pasar buenos ratos en las próximas entregas (a cuenta de fastidiar a sus nietos, por supuesto.
La novela está escrito según el estilo de Sabrina Jeffries, con esas escenas subidas de tono tan propias de la autora y ese lenguaje tan característico que pone en boca de sus personajes.
En este punto, creo que es importante que mencione que esta autora siempre me provoca sensaciones adversas. Por un lado, sus novelas me enganchan desde el principio pero, al mismo tiempo, siempre me deja una espinita clavada. Por algún motivo, siempre termino sus novelas con la sensación de que me falta algo (salvo con la serie de la Hermandad de los bastardos que creo que es su mejor creación), de que podría dar más de sí. Es importante que diga esto porque, en esta ocasión, no me ha sucedido esto. Si bien es cierto que, en algunas ocasiones me ha resultado previsible, las escenas no me han terminado de convencer, etc., la he terminado con la sensación de que la historia ha dado de sí todo lo que podía dar.
En definitiva, una historia bien escrita, interesante, que engancha y finaliza sin dejar cabos sueltos. Una novela para pasar un buen rato.
Nota: 8
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