viernes, 10 de junio de 2011

Nueve reglas que romper para conquistar a un granuja (Sarah MacLean)

“Una de las reglas sociales más conocidas dice que una joven de buena familia nunca debería acudir a casa de un marqués de mala reputación y pedirle un beso apasionado.

Sin embargo, para conquistar a este granuja, Lady Calpurnia Hartwell deberá romper todas las reglas…
1.                 Besar a alguien… apasionadamente.
2.                 Fumar puros y beber whisky.
3.                 Montar a horcajadas.
4.                 Practicar esgrima.
5.                 Asistir a un duelo.
6.                 Disparar una pistola.
7.                 Jugar a las cartas (en un club de caballeros).
8.                 Bailar todos los bailes de una fiesta.
9.                 Ser considerada hermosa. Una sola vez.”

Nueve reglas que romper para conquistar a un granuja es la primera novela romántica adulta de Sarah MacLean. En ella, se nos cuenta la historia de Lady Calpurnia, una mujer peculiar y acomplejada, y Gabriel St. John, marqués de Ralston.
Lady Calpurnia, Callie para los amigos, nunca fue una mujer de éxito. Su físico no es el que la alta sociedad exige. Su vestuario, elegido por su madre, dista mucho de ser el adecuado. Así pues, no es de extrañar que, tras un par de temporadas desastrosas, se haya quedado para vestir santos. Y así, tras varios años relegada a la categoría de solterona se da cuenta de que su vida pasa, sus seres queridos se van, y lo único que a ella le queda es una reputación intachable. Cuando su hermana pequeña se compromete, algo se rompe dentro de Callie. Tal vez haya llegado el momento de empezar a correr riesgos. Y, entonces, confecciona la lista. Esa lista que desencadena la historia. Esa lista que convierte a la insulsa Callie en lady Calpurnia, una emperatriz, una mujer capaz de lograr cualquier cosa. Esa lista en la que recoge todo aquello que le gustaría hacer si no fuera una correctísima dama inglesa. Esa lista cuyo primer punto recoge aquello que Callie lleva deseando hacer desde su primera temporada, desde una noche en la que se encontró en la oscuridad de un jardín con su príncipe azul.
“Besar a alguien… apasionadamente”
Y así, con un beso en la intimidad del cuarto de uno de los mayores libertinos de Londres, lady Calpurnia pasa de ser un personaje secundario en la historia londinense a ser la protagonista de su propio cuento.
Gabriel St. John es un hombre afortunado. Atractivo, rico y con el título de marqués acompañando siempre a su nombre, nunca ha tenido problemas para conseguir la compañía de las mujeres más atractivas de la alta sociedad. Es normal, pues, que ni siquiera recuerde aquel encuentro en un oscuro jardín con una jovencita tímida y poco agraciada. Es lógico que no se acuerde de las palabras que dijo a aquella chiquilla y que lo convirtieron en el héroe que ella evocaría durante el resto de sus días. Así pues, cuando la respetable lady Calpurnia Hartwell se presenta en su cuarto en medio de la noche no puede evitar sorprenderse. Sobre todo, después de descubrir que el motivo que la ha llevado hasta allí es nada menos que un beso. Gabriel tendrá que decidir si comportarse como un hombre honorable y enviar a aquella mujer a casa o besar a la insulsa solterona que, casualmente, puede servirle para solucionar su problema más inmediato: introducir a su recién descubierta hermana en la alta sociedad. Dado que lo honorable nunca ha ido mucho con él, su decisión parece evidente… Lamentablemente, en el mundo real las cosas nunca salen como uno planea y el libertino, calculador y frío marqués de Ralston está a punto de descubrir que bajo una apariencia anodina se esconde una dama sorprendente capaz echar abajo sus planes e, incluso, de conquistar un corazón que no estaba seguro de poseer.
Nueve reglas que romper para conquistar a un granuja es una novela sorprendente, entretenida, con momentos divertidos y momentos inmensamente tiernos. La psicología de los personajes está cuidada y se deduce por cada una de sus acciones. Resulta sencillo, por ejemplo, identificarse con la pequeña Callie, una chica acomplejada por su físico, tímida e incapaz de enfrentarse a aquellos que constituyen la sociedad. No es difícil, asimismo, comprender a Gabriel, un hombre acostumbrado a pasearse por el mundo con la única compañía “real” de su hermano gemelo y al que, de repente, le endosan a una hermana joven y atractiva a la que debe presentar en sociedad. El enamoramiento que Callie siente por Gabriel desde aquella noche en el jardín es totalmente comprensible pues es la reacción lógica de una niña en la que nunca se ha fijado nadie a las atenciones de un hombre apuesto que, para más INRI, se comporta de un modo amable y afectuoso con ella. Con unos diálogos fluidos y bien cuidados es, sin duda, una novela más que recomendable.
En mi opinión, Sarah MacLean se ha convertido con esta única novela en una autora muy a tener en cuenta, capaz de hacer frente a autoras de renombre a las que no debe envidiar nada. Con una cuidada edición, una buena traducción y un diseño que a mí me ha gustado mucho es, sin duda, una novela de 10 a la que, sin embargo, no puedo darle más que un 9,5 ya que el precio me ha parecido desproporcionado para un libro cuyo formato físico no me ha terminado de convencer.
Cierro la crítica con una frase que, para mí, es de lo mejor de la novela:
“Siempre has sido tú (…) Pero desearía que fuera cualquier otro”

2 comentarios:

LadyMarian dijo...

No he leído nada de esta autora pero me interesó mucho éste... a pesar de no estar enganchada en lo histórico últimamente.
Parece divertido. Y me encantan los libros divertidos!

Me gustó mucho la crítica! Por el momento tomo nota.

Besos

Fani dijo...

Hola LadyMarian!
Bueno, sobre este libro hay muchas opiniones. A mí me gustó mucho, me pareció divertido (no como los de Julia Quinn, con los que te partes sino más bien ameno, desenfadado) y, al mismo tiempo, tiene momentos muy tiernos. Creo que es fácil identificarse con los personajes y entender el por qué de sus acciones y decisiones. Creo que es una novela que está muy bien y que la autora se merece una oportunidad. Si puedes leerlo, ya me dirás tu opinión, a ver si coincidimos ;)
Biquiños!