domingo, 25 de noviembre de 2012

Love by numbers 3. Once escándalos para enamorar a un duque (Sarah MacLean)



“Ella vive para la pasión.

 Audaz, impulsiva y un imán para los problemas, Juliana Fiori no era otra simplona señorita inglesa más. Se niega a vivir según las reglas de la sociedad: dice lo que piensa, no le preocupa conseguir la aprobación de nadie y puede lanzar un puñetazo con notable puntería. Su escandalosa naturaleza la convierte en el objeto preferido de todos los chismorreos londinenses… y justo en el tipo de mujer que el duque de Disdain quiere mantener bien lejos de su persona. 

Para él la reputación lo es todo.

Lo último que Simon Pearson quiere en su ordenada vida es un escándalo. El duque de Disdain está demasiado centrado en mantener su título libre de toda mácula y sus secretos, a salvo. Pero cuando descubre a Juliana escondida en su carruaje una noche a altas horas de la madrugada, poniendo en peligro todo lo que él aprecia, jura enseñar a la insensata beldad una lección de decoro. Pero ella tiene otros planes: quiere dos semanas para demostrar que incluso un duque imperturbable no está exento de la pasión.”

Con Once escándalos para enamorar a un duque, Sarah MacLean pone fin a su exitosa serie Love by numbers. Nos encontramos ahora con la historia de Juliana, la escandalosa, como no podía ser de otro modo, hermana italiana de los St. John y Simon Pearson, el estirado duque de Disdain.

La vida de Juliana no ha sido un camino de rosas. Condicionada por las acciones de su descocada madre, la alta sociedad inglesa no sólo la rechaza, sino que está pendiente de cada uno de sus movimientos, a la espera de que cometa un error fatal con el que la puedan condenar, definitivamente, al ostracismo social. Así pues, condenada por nacimiento, aun cuando ella no ha hecho nada por merecer el desprecio de la aristocracia de ese país, su única escapatoria parece ser el matrimonio. Evidentemente, los grandes partidos le están completamente vetados, pues ninguna familia respetable desearía incorporar a una dama tan escandalosa a sus filas, por lo que deberá conformarse con algo menos… Algo menos que ese duque estirado y obsesionado con mantener impoluta su reputación que le robó el corazón nada más llegar a Londres. Simon Pearson no es para ella y Juliana debe aceptarlo… Aún cuando desee con todas sus fuerzas demostrarle a ese arrogante individuo que la pasión es mucho más importante que cualquier reputación.

Con el paso de los años, Simon se ha ganado la fama de snob. Preocupado hasta niveles preocupantes por el qué dirán, ha procurado mantenerse siempre alejado de cualquier escándalo o murmuración. Su condición de duque y su posición en la sociedad así lo requieren… Aunque, en realidad, la verdadera causa de esta obsesión por el buen nombre son la cantidad de secretos que esconde y que causarían grandes daños a su familia. Por eso debe mantenerse alejado de esa morena a la que conoció por casualidad. Sobre todo después de conocer su nombre: Juliana Fiori. Un escándalo andante.

Pero ni Juliana está dispuesta a darse por vencida sin luchar, ni Simon es tan puritano como quiere hacer creer a sus pares, por lo que ambos acabarán enfrentándose a más de una situación comprometida y tendrán que decidir qué es lo que de verdad importa: la reputación, la pasión o, simplemente, el amor.

Como sucedía en los libros anteriores, Once escándalos es una novela repleta de ironía, con momentos divertidos y diálogos chispeantes. Aun cuando, en mi opinión, no consigue ponerse al nivel de la primera entrega de la serie, eso no quiere decir que no sea una novela completa, con un buen ritmo y un argumento que engancha.

Los personajes, a los que hemos ido conociendo a lo largo de la serie, son cada vez más completos, más “redondos”, y ya casi podemos verlos como personas reales, cuyas vidas, aspiraciones y sueños conocemos. Juliana se muestra, por fin, tal y como es, sorprendiendo, al menos en mi caso, con su verdadera naturaleza y con todos esos miedos y complejos que oculta bajo esa fachada de despreocupación y dolorosa honestidad. Asimismo, Simon nos revela quién es realmente. Por fin conocemos a este duque orgulloso que parece ir por el mundo mirando a los que lo rodean por encima del hombro.

En general, es una novela fácil de leer, que engancha y con un argumento interesante. La única pega que le pongo es que, en algunos momentos, Simon me parecía tan frío que me resultaba un poco complicado saber qué era lo que realmente sentía.

Le doy un 8,5.


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