Hacía tiempo que tenía ganas de ver esta película. No obstante, por unas cosas o por otras, nunca conseguía hacerlo. Finalmente, ayer pude ponerme a ello… Y valió la pena.
La cinta narra la historia de Emma (Anne Hathaway) , una joven con aspiraciones literarias pero, aparentemente, condenada a la mediocridad; y Dexter (Jim Sturgess), un niño mimado que jamás ha luchado por nada pero al que la suerte no deja de sonreír.
El día de su graduación, tras una noche de juerga y alcohol, Emma ve cumplido uno de sus sueños: tener a Dexter en su cama. Sin embargo, las cosas no suelen salirle bien a esta joven anodina, con ojos demasiado grandes y gafas a juego. Dexter, percatándose del lío en el que está a punto de meterse, para las cosas antes de que se compliquen. Y es aquí, de un modo tan poco usual, que surge la amistad entre dos seres completamente diferentes y con unos destinos tan dispares.
Dexter y Emma deciden que, a partir de entonces, se pondrán en contacto cada 15 de julio para saber qué es de sus respectivas existencias. Una tradición que mantendrán, año tras año, y que hará que, pese a los cambios que se puedan producir en sus mundos particulares, pese a las personas que puedan entrar o salir de sus vidas, siempre habrá algo que se mantendrá inamovible: ellos mismos.
La película recoge más de veinte años de llamadas, de encuentros y desencuentros, de amores y desengaños. Dexter, el niño pijo, saboreará el éxito y el fracaso. Emma, la erudita, tratará de olvidar aquel enamoramiento juvenil y seguir adelante.
Lo primero, dejar claro que no es un film que rompa con los tópicos románticos. Chica de discreto atractivo perdidamente enamorada de chico bonito con mucho dinero. Chico mimado que no ve a la chica más que como una amiga lo que hace que sea a la única de todo su entorno a la que no se lleve a la cama. Éxito para quien no se lo merece. Fracaso para quien lucha. Un destino que pone a cada quien en su sitio… Y un final inesperado. Tal vez sea, precisamente, ese final lo que haga “especial” a esta película en concreto. Quizá haya sido, simplemente, el modo de desarrollar estos tópicos, la forma de enfocar la historia, el mensaje que se transmite o la buena elección de los actores. En este último punto he de decir que no soy imparcial ya que Anne Hathaway es, desde hace años, mi actriz favorita. Camaleónica, flexible, esta mujer se adapta a todos los papeles con una facilidad increíble. Y esta no es una excepción pues Emma es, en realidad, la pieza fundamental de la historia, la clave de todo. Ella es la que lucha, la que mantiene los pies en la tierra, la que se gana todo lo que tiene. Ella es la que sirve de apoyo a un Dexter que ha perdido el rumbo hace mucho tiempo. Y ella es, asimismo, la que da lugar a ese final que, al menos yo, no me esperaba.
Lo cierto es que One day me encantó, a pesar de la llorera que me entró, y que creo que es una de esas cosas películas que vale la pena mirar si eres una romántica empedernida…
Le doy un 9.
“- Creí que me había librado de ti. Como me trates mal, Dexter, me mientas, me decepciones o hagas algo a mis espaldas, ¡te mataré!
- No lo haré.
- ¿Lo juras?
- Sí, lo juro.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario