ISBN: 978-84-92617-27-2
Género: Histórico
Serie: 1º- Solteronas de Swanlea
"Él estaba practicando una peligrosa mascarada...
Griff Knighton ha encontrado el modo perfecto de evitar contraer matrimonio con una de las hijas del Conde de Swanlea: intercambiará su identidad con la de su secretario personal durante su próxima visita a Swan Park y... ¡será libre para hacer lo que le venga en gana! Después de todo, no iba a casarse con una poco agraciada solterona sólo para reclamar lo que le corresponde. Pero Griff no contó con la descarada y voluptuosa Rosalind, la cual puede hacer pecar hasta a un santo... y él no es un santo.
Griff Knighton ha encontrado el modo perfecto de evitar contraer matrimonio con una de las hijas del Conde de Swanlea: intercambiará su identidad con la de su secretario personal durante su próxima visita a Swan Park y... ¡será libre para hacer lo que le venga en gana! Después de todo, no iba a casarse con una poco agraciada solterona sólo para reclamar lo que le corresponde. Pero Griff no contó con la descarada y voluptuosa Rosalind, la cual puede hacer pecar hasta a un santo... y él no es un santo.
Ella estaba decidida a desenmascararlo...
Rosalind no desea tomar parte en los planes de su padre de casarla con un rico heredero, y más aún cuando el secretario personal de ese hombre es un absoluto arrogante que, evidentemente, no sabe cuál es su lugar; pero las chispas que saltan cada vez que están juntos le hacen desear que él no sea un sirviente. Este hombre destilaba peligro y misterio haya por donde iba.
¿Se atreverá a arriesgar su corazón por un hombre cuyos secretos podrían destruir su amor?
Rosalind no desea tomar parte en los planes de su padre de casarla con un rico heredero, y más aún cuando el secretario personal de ese hombre es un absoluto arrogante que, evidentemente, no sabe cuál es su lugar; pero las chispas que saltan cada vez que están juntos le hacen desear que él no sea un sirviente. Este hombre destilaba peligro y misterio haya por donde iba.
¿Se atreverá a arriesgar su corazón por un hombre cuyos secretos podrían destruir su amor?
Londres 1815
Había nacido con el estigma de los bastardos y ahora, Marsden Griffith Knighton, está empeñado en demostrar su legitimidad a toda costa. Es entonces cuando recibe una misiva del Conde de Swanlea, un primo lejano, en donde éste le indica que tiene las pruebas necesarias para demostrar el matrimonio de sus padres y que se las dará si, a cambio, Griff acepta casarse con una de sus hijas. Además el trato conlleva hacerse con la propiedad de “Swan Park”.
Había nacido con el estigma de los bastardos y ahora, Marsden Griffith Knighton, está empeñado en demostrar su legitimidad a toda costa. Es entonces cuando recibe una misiva del Conde de Swanlea, un primo lejano, en donde éste le indica que tiene las pruebas necesarias para demostrar el matrimonio de sus padres y que se las dará si, a cambio, Griff acepta casarse con una de sus hijas. Además el trato conlleva hacerse con la propiedad de “Swan Park”.
Decidido a hacerse con las pruebas que necesita, pero a la vez reticente a aceptar el trato del Conde, Griff convence a su secretario personal, David Brennan, para intercambiar sus identidades en su visita a Swan Park. Pero en su primera noche en la propiedad, Griff es pillado in fraganti por Lady Rosalind.
Conocidas como las “Solteronas de Swanlea”, las hijas del Conde están preocupadas acerca de cuál será su futuro cuando su padre muera, sin embargo, no les agrada para nada la idea de tener que conocer a Mr. Knighton, un caballero de dudosa reputación. Lady Rosalind se ha encargado de los asuntos de su padre desde que éste se puso demasiado enfermo como para hacerlo él mismo. Independiente, tenaz y hermosamente audaz, no está en absoluto complacida con los planes del Conde para atraer a Knighton, un hombre de carácter, y que se case con una de sus hermanas. Sus sospechas parecen confirmarse cuando encuentra al secretario de Knighton registrando a hurtadillas el escritorio de su padre. ¡El muy sinvergüenza! Sin pensárselo dos veces, se hace con una espada y se enfrenta al sinuoso ladrón, sólo que con lo que realmente terminará enfrentándose es con un incontrolable deseo hacia ese canalla..." (Sinopsis extraída de Autoras en la Sombra)
Un amor peligroso supone la primera entrega de la serie Solteronas de Swanlea de Sabrina Jeffries. Se trata de una novela de corte histórico, encuadrada en la Inglaterra de principios del siglo XIX. En ella nos encontramos con dos protagonistas aparentemente opuestos pero que, en realidad, tienen muchísimas cosas en común.
Rosalind es una solterona. Con su edad, cualquiera afirmaría que se ha quedado ya para vestir santos. No obstante, esta situación parece no importarle en absoluto ya que, si no es por amor, no tiene el menor interés por casarse jamás. Práctica y responsable, es una mujer de recta moral, que se opone a cualquier vulneración de la legalidad y cuestiona cualquier motivo "de fuerza mayor" que pueda llevar a alguien a desviarse por el camino equivocado. No obstante, frente a esto, también es una mujer romántica, que sueña con encontrar algún día a alguien que la ame y a quien amar en igual medida. Apasionada e impulsiva, no puede controlar sus propios sentimientos y, lo que es más preocupante, sus propias acciones cuando está cerca de Griff. Y es que, aún cuando él la saca de quicio constantemente, es el único capaz de encender esa chispa dentro de ella que nunca pensó que llegaría a sentir.
Griff, por su parte, es un tipo serio, controlador y ambicioso. Tras ser acusado durante años de ser un bastardo, acusación completamente falsa, ha logrado fundar un imperio por sus propios medios. Ahora, siendo ya un hombre de fortuna, ha decidido poner fin a la injusticia a la que ha sido sometido desde poco después de su nacimiento. Demostrará que no sólo no es un bastardo sino que, además, es nada menos que un conde. Y si para eso tiene que hundir a la familia del impostor del Conde de Swanlea, lo hará. Aunque, lo que no esperaba, era encontrarse con la indómita Rosalind, una mujer de armas tomar que, en su primer encuentro, lo ataca con una espada. Y, desde luego, no había contemplado jamás la posibilidad de que una de las hijas del conde llegase a importarle tanto. Pero ha luchado durante toda su vida por lograr lo que tiene ante sus narices, por recuperar un título que siempre ha sido suyo y que le abrirá las puertas para expandir su negocio mucho más lejos de lo que nunca podría haber soñado. Así pues, por muy hermosa, seductora y encantadora que sea Rosalind, hay oportunidades que no pueden dejarse pasar tan fácilmente...
En cuanto al resto de los personajes, lo cierto es que Sabrina Jeffries, como suele ser habitual en ella, nos presenta a unos personajes que sabemos de antemano que tendrán su propia historia. Personajes que, aún cuando son secundarios, aparecen ya perfectamente perfilados. Las hermanas de Rosalind, la joven y tímida Juliet y la desencantada y triste Helena, dejan claro ya en esta obra el tipo de personaje que serán. Juliet, poco más que una niña, se nos muestra como una mujer que debe crecer, madurar y evolucionar para poder vivir sus propias aventuras. Helena, por su parte, pone de manifiesto que los duros sucesos que ha vivido la han convertido en una mujer dura, decepcionada y pesimista. Resulta prácticamente imposible no percibir que se trata de una joven cansada, que no espera nada de la vida y predispuesta a esperar siempre lo peor de la gente. Ella, junto a Daniel (un irlandés hijo de un famoso salteador de caminos que se ha convertido en la mano derecha de Griff), son, en mi opinión, los personajes secundarios más interesantes de la novela y forman una pareja que promete.
Escrita al más puro estilo Jeffries, la novela está repleta de escenas "apasionadas", diálogos chispeantes y su dosis justa de humor. Con un lenguaje sencillo y nada rebuscado, se hace fácil de leer y la ausencia, o poca presencia, de datos históricos o elementos externos a la historia principal, centra la atención del lector en la acción de los protagonistas.
No obstante, frente a todo esto, he de reconocer que hay una cosa que, más que decepcionarme, me ha desconcertado. Y es algo que últimamente encuentro en todas las historias de esta autora. Los diálogos entre los protagonistas en los momentos "tórridos" de la novela me han parecido completamente absurdos. Si ya la mención constante a lo largo de toda la obra de citas de Shakespeare me tenía un poco confundida, en el momento en el que, en plena "faena" comienzan a citar al bardo de Avon, a hablar con términos "subidos de tono" completamente ridículos y a tener conversaciones que, al menos para mí, son poco menos que surrealistas; me desorientó por completo. Tal vez sea porque Sabrina Jeffries y yo tenemos un sentido del humor completamente diferente. Quizá lo que pasa es que en inglés estas cosas no sonaban tan absurdas. Pero lo cierto es que, para mí, deslucen un poco la novela.
En resumen, una novela interesante, bien escrita, ágil y entretenida pero con algún que otro momento desconcertante. Aún así, dado que no pude abandonar su lectura, ni siquiera después de esos momentos de desconcierto, creo que se merece un 7.5.
En resumen, una novela interesante, bien escrita, ágil y entretenida pero con algún que otro momento desconcertante. Aún así, dado que no pude abandonar su lectura, ni siquiera después de esos momentos de desconcierto, creo que se merece un 7.5.
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