sábado, 6 de junio de 2020

Los huérfanos de Saint James 1. En la cama con el diablo (Lorraine Heath)


Conocido como el conde Diablo, Lucian Langdon es un sinvergüenza con fama de asesino que creció en las violentas calles de Londres. Lady Catherine Mabry, una auténtica dama, está dispuesta a negociar con él para proteger a sus seres queridos, aunque al hacerlo arriesgue algo más que su reputación.
Lucian desea el respeto de la sociedad y, ante todo, una esposa. Sin embargo, la mujer que ha elegido, Frannie, nunca será aceptada por la aristocracia. Catherine puede ayudarlo a conseguir su propósito, pero lo que le pide a cambio pondrá en jaque sus vidas…
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En la cama con el diablo supone la primera entrega de la serie de los huérfanos de Saint James, de Lorraine Heath. En ella conocemos a Lucian, más conocido entre la aristocracia como el Conde Diablo, y a lady Catherine Mabry, una aristócrata con un fuerte carácter, poco apropiado para su clase social.
Luke es un ladrón. Criado en las calles más peligrosas y sucias de Londres, sobrevivir era su único objetivo. Gracias a un hombre llamado Feagan, que lo acogió junto a otro grupo de niños a los que Lucian considera sus hermanos y le enseñó a sobrevivir en las calles, pudo salir adelante. Hasta el fatídico día en que lo acusaron de haber matado a un hombre. Y, dado que los tribunales de Inglaterra no mostraban remordimiento alguno por condenar a muerte un niño, Luke había asumido que aquel era su fin. Pero el destino quiso darle una segunda oportunidad cuando un anciano conde entró en la comisaría donde él estaba encerrado y aseguró que él era su nieto perdido. Aunque no recordaba nada de lo que el anciano le decía y él mismo estaba seguro de que el viejo se equivocaba, Luke no perdió la oportunidad. Se convirtió en Lucian Langdon, aceptó todas las comodidades que aquel anciano le proporcionó y también todas sus enseñanzas. A su muerte, heredó su título y aquel niño mugriento que se deslizaba por las calles robando y estafando, se convirtió en el conde de Claybourne. Y no sintió remordimiento alguno. Porque él era un ladrón y estaba acostumbrado a robar para sobrevivir. 
Catherine es la hija del duque de Greystone y, por lo tanto, pertenece a la flor y nata de la sociedad londinense. No obstante, la enfermedad de su padre que le obliga a permanecer en la cama, y la ausencia de su hermano, de viaje por el continente, la ha dotado de una libertad que no está dispuesta a perder. Eso, unido a su fuerte carácter, la han convertido prácticamente en una solterona… Y es que, ¿qué hombre estaría dispuesto a casarse con una mujer que es capaz de sostenerle la mirada al diablo?
Huérfanos de Saint JamesEl primer encuentro entre Lucian y Catherine se produjo muchos años atrás. Ella era solo una jovencita recién presentada en sociedad y él acababa de heredar el título. Para mostrar a aquella aristocracia que los despreciaba que no le importaba lo que pensaran de él, Lucian se presentó en un baile al que no había sido invitado, recorrió a todos con la mirada y se fue. Todos apartaron la vista. Nadie quiso mirarlo a los ojos. Excepto una jovencita que no titubeó un momento y a la que él no ha podido olvidar. Pese a amar a Frannie y a saber que se casará con ella en cuanto lo acepte. 
Catherine tampoco ha podido olvidar a aquel hombre. Durante años, ha prestado atención a los chismes que las damas dejaban caer durante la hora del té. Y ahora, tanto tiempo después, ha decidido visitarlo en su casa. Pero se teme que la proposición que va a hacerle sea escandalosa incluso para el mismísimo diablo. 
En esta novela conocemos también a los demás huérfanos de Saint James. Los niños de Feagan tienen mucho peso a lo largo de toda la trama. La dulce Frannie a la que Lucian adora y a la que quiere convertir en su esposa. El cínico Jack, dueño de un club de juego y al que no le importa nada más que el dinero pero al que Lucian le confiaría su vida. El misterioso James, que ha pasado de robar en las calles a ser uno de los más valiosos integrantes de Scotland Yard. Y el adorable William, un saqueador de tumbas que decidió dedicar su vida a los demás convirtiéndose en médico.
Lo cierto es que esta es la primera novela que leo de Lorraine Heath y ha supuesto para mí un interesante descubrimiento. Su forma de construir a los personajes, con una personalidad llena de contradicciones; el modo en que, aún moviéndose en los ambientes aristocráticos, los protagonistas hacen que el lector tenga presentes los bajos fondos londinenses y las injusticias que allí se cometen durante toda la trama; y los ágiles diálogos que combinan el humor con el dramatismo, han conseguido engancharme desde la primera palabra. Además, el hecho de que no abuse de las descripciones (reconozco que me aburren soberanamente esas novelas en las que se describe hasta el menor de los detalles de cada escenario y que las acabo leyendo en diagonal) me parece un punto a su favor.
Para mí, una historia de notable alto… Muy alto.


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