miércoles, 21 de noviembre de 2012

Dinastía de los granujas 1. Un duque por el que morir (Amelia Grey)



“La llegada inesperada de su nueva pupila, una joven asombrosa y encantadora que afirma sufrir una maldición que ha acabado antes de tiempo con cada uno de sus tutores, sorprende al quinto duque de Blakewell, un auténtico calavera. Mientras ella intenta convencerlo para que deje que sea ella quien gestione su fortuna y él intenta encontrarle un marido adecuado, los dos terminan envueltos en una relación fascinante. Cuando el duque sufre varios accidentes que podrían haber sido mortales, solo Henrietta podrá ayudarlo…”

  Un duque por el que morir supone la primera entrega de la serie “Dinastía de los granujas” de la escritora Amelia Grey. Asimismo, es la primera novela de esta autora que cae en mis manos. En ella se nos narra la historia de Lucien, alias “Blake”, el duque de Blakewell; y Henrietta, una misteriosa joven que afirma ser su pupila.

 Blake no es un hombre excesivamente responsable. Desde que heredó el ducado de su padre, los documentos se han ido acumulando sobre su escritorio, la correspondencia se ha convertido en la eterna materia pendiente y las responsabilidades han sido relegadas a un segundo plano. Frente a esto, sin embargo, Blake ha asistido a todos los retos y hazañas absurdas de sus primos, con los que mantiene una relación muy cercana; y no ha desatendido jamás a ninguna de sus amantes. Aunque, en los últimos tiempos, su vida se está tornando cada vez más complicada… Y cuando aquella hermosa joven aparece en el salón de su casa diciendo que es, nada más y nada menos que su pupila, Blake sabe que ha llegado a un punto sin retorno. Al fin y al cabo, ¿qué demonios va a hacer él, un calavera reconocido, siendo el tutor de una joven dama? Decidido a desembarazarse del problema cuanto antes, el duque decide hacer todo lo que sea necesario para que Henrietta se convierta en la sensación de la temporada… Y encuentre un esposo lo antes posible.

 Henrietta no desea un nuevo tutor. Convencida de que una maldición pesa sobre ella, no en vano han muerto todos aquellos que alguna vez la tuvieron a su cargo, lo único que desea del duque de Blakewell es un documento en el que se desentienda de su custodia y le conceda total libertad para la gestión de su herencia. Así, dispuesta a convencer al aristócrata de la idoneidad de sus planes, se planta en Londres… Sólo para descubrir que el hombre que se ha convertido en su tutor no es el anciano amigo de su difunto padre… Sino el hijo condenadamente apuesto de éste. Un tipo que, además, se niega rotundamente a dejarla a su suerte. Pero hacerse cargo de ella puede suponer su muerte y eso es algo que ella no está dispuesta a consentir. Mas, ¿qué puede hacer para alejarlo? 

Lo cierto es que Un duque por el que morir ha supuesto para mí una grata sorpresa. Cuando lo comencé, lo hice sin ninguna recomendación y no tenía ni la más remota idea de qué podía encontrarme. Por suerte, me encontré una novela que no estaba nada mal.

Los personajes principales están bien planteados, con una psicología bastante trabajada y con los que se “conecta” bastante bien. Si bien es cierto que algunas de sus características se quedan “en el aire”, pues sólo las conocemos porque el narrador nos lo cuenta no porque haya ningún indicio real en la obra de ese rasgo en concreto, el resto están bien desarrolladas. Blake resulta un tipo encantador, divertido e irónico. Henrietta, por su parte, supone el contrapunto para él. Organizada, centrada y responsable, es todo lo que el duque debería ser y no es.

 Los secundarios, por su parte, tienen mucho peso dentro de la historia. Los primos de Blake, siendo como serán los protagonistas de las próximas entregas, tienen sus momentos y se presentan, ya, como unos protagonistas interesantes. No obstante, en ningún momento eclipsan al duque, algo muy acertado. Pero no sólo ellos se pasean por la novela y disfrutan de sus instantes de gloria. Una antigua amante del protagonista, el simpático “novio” de la difunta abuela de los tres primos… Todos ellos desempeñarán un papel fundamental en la novela.

 Los diálogos son fluidos, divertidos y bien organizados. El ritmo ágil y el estilo sencillo, consiguen que la novela se lea muy rápida y fácilmente.

 Frente a esto, sin embargo, he de decir que, en algún momento, eché de menos un poco más de intensidad, pues era como si los sentimientos de los protagonistas se quedaran un poco “fuera” y la acción resultara un poco fría.

 Por lo demás, una novela entretenida y una serie que promete. Sin duda, leeré los siguientes.

 De darle una nota, le daría un 7,5.

2 comentarios:

Lady_Scarlet dijo...

Mmmm... creo que no he leído nada de esta autora, pero por lo que dices, quitando algunos detallitos, la serie promete. Lo tendré en cuenta en futuras ruinas económicas que se produzcan en mi librería ^_^
Besitos!

http://thelifeisviolet.blogspot.com.es/

Fani dijo...

Hombre, a mí me gustó... Pero, bueno, tampoco tenía grandes expectativas con respecto a la novela ya que no conocía de nada a la autora, así que era difícil que me decepcionara :)
Si la lees ya me dirás qué te parece ^_^
Biquiños!