domingo, 8 de abril de 2012

Lover Reborn (J.R.Ward)

                           


“La Hermandad de la Daga Negra continúa con una nueva novela en la que un guerrero vampiro cruzará la delgada línea entre la vida y la muerte y se sumergirá en un mundo de oscuros sueños y deseos aún más oscuros.
Desde la muerte de su amada shellan, Tohrment se ha convertido en un solitario y desconsolado vampiro que no es ni la sombra del guerrero que una vez fue. Llevado de nuevo a la Hermandad por un ángel caído, volverá a luchar de forma implacable, pero no está preparado para la nueva tragedia que le espera. Ha visto a su amada en sueños, atrapada en un frío y desolador lugar, de modo que recurre al ángel para que la salve. Pero el camino que debe seguir para mantenerla a salvo lo sume en la más absoluta de las desesperaciones.
Cuando la guerra contra los restrictores se torna aún más cruel y un nuevo clan de vampiros pugna por ocupar el trono del rey ciego, Tohr se debatirá entre su inolvidable pasado y un futuro con el que no está seguro de querer vivir… pero del que es incapaz de huir.” (Sinopsis extraída de Autoras en la Sombra).

Lover Reborn supone la decimoprimera entrega de la serie de la “Hermandad de la Daga Negra”, perteneciente a la aclamadísima autora de romántica paranormal, J. R. Ward.
Antes de empezar la “crítica” debo hacer una aclaración. He esperado seis años por este libro, desde las primeras páginas de Amante Oscuro, desde el momento en que aquel tipo serio de ojos extremadamente azules y corte militar entró en una sala y se unió a sus hermanos. La esperaba, incluso, cuando estaba felizmente emparejado con Wellsie y no parecía necesario que tuviera su propia historia. La deseé cuando lo vi hundido, esquelético y derrotado. La he esperado tanto que me la he leído en inglés (sí, en ese “inglés” de la Ward), aún cuando mi nivel en ese idioma deja bastante que desear, y en sólo tres días. Así que, teniendo en cuenta todo esto, he de decir que esto, más que una crítica, va a ser una reflexión por lo que será completamente parcial, subjetiva, emotiva y, aunque intentaré contenerme, PUEDE CONTENER SPOILERS. Teniendo en cuenta esto, comenzamos.
En Lover Reborn se nos cuenta la historia de Tohrment, el hermano más serio de la Hermandad, y No’One, un personaje misterioso que surgía por sorpresa hace dos libros.
Tohr es, como se puede deducir por su nombre, un hombre atormentado. Tras perder a su shellan, la mujer a la que más ha querido y que más ha significado para él en el mundo, a manos de sus enemigos, se hundió por completo. A través de las novelas de sus hermanos hemos vivido con él el shock por la noticia, la desesperación y la angustia por no poder hacer nada, el sinsentido en el que se sume su vida ante semejante pérdida. A lo largo de estos seis años hemos conocido a todas las versiones posibles de Tohr.
Al hermano serio y amable que comanda a los hermanos con mano de hierro y, al mismo tiempo, una comprensión absoluta.
Al tipo felizmente emparejado, capaz de adoptar con los ojos cerrados a un niño mudo de procedencia dudosa.
Al hombre noqueado y cegado por el dolor tras conocer la triste suerte de su amada y su hijo no nacido.
Al ser hundido y derrotado que se va dejando morir en una cama, asaltado por los recuerdos.
Al individuo miserable y egoísta que se deja ahogar entre oleadas de autocompasión, sin reparar en el sufrimiento de aquellos que lo rodean y lo quieren, y olvidándose por completo de ese hijo al que ha adoptado y que tanto lo necesita.
Al padre arrepentido por su falta de atención, pero con serias dificultades para solucionarla.
Al hermano sediento de venganza.
Hemos conocido a cada uno de estos Tohrment, pero en diferentes novelas. Ahora, por fin, todos ellos se unen para conformar al protagonista de esta. El hellren herido, el padre preocupado, el hermano vengativo, el hombre hundido. Todos ellos aparecen a lo largo de Lover Reborn. A través de sus capítulos vamos viendo todas esas facetas de Tohr, tanto las buenas como las malas. En cada página, en cada capítulo, se nos va mostrando la evolución de ese personaje. Pero se nos muestra de un modo tan profundo que “sentimos” cada una de sus emociones. Ese es, para mí, uno de los grandes logros de esta novela y una de las cosas que ha hecho que J.R. Ward recupere su puesto en mi Olimpo de autoras de romántica.
En Lover Reborn la autora consigue algo más que contarnos la historia de Tohr, consigue hacernos vivirla, experimentar sus emociones, comprenderlo. Y eso es difícil porque hay ocasiones en las que se convierte en un completo capullo.
Frente a él, un personaje que, en su primera aparición, generó controversia. Cuando No’One asomó entre las páginas de Lover Mine, las opiniones contradictorias se desataron. En todas partes había quien la consideraba un personaje interesante, un giro para los acontecimientos. Otras, entre las que me incluyo, la considerábamos una cobarde que no merecía su propia historia. En mi caso, y tras haber “conocido” a esta mujer convertida en sombra, he de decir que me equivoqué.
No’One es una mujer lastimada. Hija de aristócratas, vivió entre algodones. Protegida, cuidada, todo el mundo estaba pendiente de cada uno de sus deseos o peticiones. Como joven de linaje que era, su compromiso fue arreglado por sus padres. Se casaría con un hombre acorde a su posición y le entregaría su virginidad. Así debía ser. Pero no fue.
De repente, la tranquila vida de aquella mujer sufrió un giro inesperado. Raptada por un Simphath, fue violada y toda su inocencia se fue al garete. Así fue como la encontraron Darius y Tohr. Lastimada, herida en más formas de las que cualquiera podría imaginarse. Las secuelas físicas no eran nada comparado con las psicológicas. Y, después, había llegado la peor parte. Fruto de aquel encuentro había nacido una criatura. Incapaz de seguir adelante, se quitó la vida.
Y ese es otro de los puntos fuertes de la novela. Conociendo la historia de la protagonista femenina, sabiendo que se suicidó dejando sola y desamparada a una criatura recién nacida, tacharla de cobarde y egoísta parece lo más adecuado. Mas, a lo largo de Lover Reborn, vamos descubriendo lo sucedido realmente, los motivos de No’One, su sufrimiento, sus secuelas, su penitencia. Lo conocemos todo. La conocemos a ella. Y, al menos a mí, me ha encantado. Más que eso, se ha convertido, junto a Mary, en mi protagonista femenina predilecta de esta serie. Su compasión, su bondad, su autodesprecio, su arrepentimiento, se funden dando lugar a una personalidad tan trabajada, tan “real”, que me ha hecho sentir con ella, comprenderla, respetarla, pero, sobre todo, me ha hecho comprender por qué es la pareja adecuada para Tohr. Y es que aunque al principio pensaba que Tohr necesitaba a una mujer “sin secuelas”, alguien inocente que no se hubiese enfrentado a las injusticias y el dolor del mundo (una elegida, por ejemplo) y que le ayudase a ver de nuevo la luz; a lo largo de este libro he comprendido que eso no hubiera funcionado. Tohr necesitaba a alguien con sus propias sombras, con su propio pasado lleno de sufrimiento, porque, precisamente, esa amargura propia le ayudaría a comprender la situación de él. Pero, al mismo tiempo, necesitaba a alguien capaz de dejar de lado sus propios fantasmas para enfrentarse a los de él. Y eso es, exactamente, lo que hace No’One, dejar de lado su propio dolor para combatir el de Tohrment. Porque Lover Reborn es, sin duda, la historia de Tohr. Con ramalazos de la vida de No’One, vale, pero la historia de Tohr al fin y al cabo. Y es él quien ocupa cada página, ya sea a través de sus propios pensamientos y apariciones o a través de aquellos que le quieren.
Y llegamos, aquí, a otro punto esencial. A lo largo del libro, vemos lo unidos que están los hermanos a él, el respeto que le tienen, lo mucho que les preocupa. Si bien ya habíamos visto en las novelas anteriores trazos de este aprecio, es aquí donde realmente nos damos cuenta de quién es, en realidad, Tohrment dentro de la Hermandad. Él es la mano derecha de Warth, el comandante de los hermanos, su guía. Su opinión siempre es requerida y, lo que es más importante, siempre es aceptada. Porque, como ya habíamos visto, tanto tiempo atrás, en sus primeras apariciones, Tohr es un hombre con sentido común, un tipo inteligente que siempre sabe cómo debe actuar. Es un guerrero que no se deja llevar por las emociones. Al menos hasta que Wellsie le es arrebatada.
Llegados a este punto, tengo que hablar de este personaje. Wellesandra.
Para mí Wellsie siempre fue un personaje “lejano”, alguien “ajeno” a la Hermandad. En el primer libro aparece ahí, como única shellan entre todos esos guerreros sin vincular, casi sin explicación. Y, aunque pueda parecer injusto, desde el principio pensé que estaba de más. Tal vez Ward ya tuviese pensado su destino y por eso estaba ahí, pero para mí, que nada sabía de las macabras ideas de la autora, era solo un personaje del que sabía muy poco y del que mi Tohr estaba completamente enamorado. Era, simplemente, una mujer amable y alegre que aparecía de vez en cuando por entre las páginas, pero que no me decía nada. Por eso su muerte no me causó demasiada conmoción. Evidentemente, me dio pena ya que era un personaje encantador, al que su hellren adoraba y llevaba al hijo de Tohr en su vientre. Pero no sentí esa sacudida que sentí, por ejemplo, cuando Jane murió ante los ojos de V. Porque a Jane, me gustase más o menos, la conocía y a Wellsie no.
¿Y por qué digo todo esto? Pues porque creo que No’One es la verdadera shellan de Tohr. Y no sólo porque es a ella a la que conocemos, con la que vivimos la historia. No. Creo que No’One es la verdadera shellan de Tohr por el simple hecho de que a ella sí la elige él. Porque ella sí lo elige a él. Y porque es ella la que tiene que lidiar con el Tohr más hundido, más acabado.
Como se dice varias veces, el matrimonio de Tohr y Wellsie fue arreglado. Al mismo tiempo, salvo por las peleas que tenían de vez en cuando, tuvieron una convivencia tranquila, relajada, feliz. Wellsie conoció a ese Tohr amable y comprensivo del primer libro. Al tipo que siempre sabía qué hacer. Al hombre sobre el que cualquier mujer se podría apoyar. No’one, por su parte, conoce al Tohr hundido, hecho añicos, y es ella la que tiene que ayudarle a recomponerse, aguantando tratos y situaciones a las que ni Wellsie ni los hermanos han tenido que hacer frente. Es ella la que le sirve de apoyo a él.
Finalmente, mención especial merece Lassiter que en esta novela nos revela su cometido, el por qué de su aparición. En Lover Reborn conocemos a ese ángel enganchado a la telebasura que ha estado con Tohr durante todo este trance. Descubrimos sus motivos, sus pensamientos y quién es en realidad bajo toda esa apariencia chulesca y sus comentarios irónicos. Lassiter tendrá un papel fundamental en esta ocasión y, aunque no puedo decir nada porque sería un spoiler como la copa de un pino, he de confesar que se ha ganado mi más absoluta admiración. De hecho, no me importaría que tuviese su propia historia.
Así pues, Lover Reborn es una novela más profunda, más psicológica, que las últimas entregas de la serie. El “mundo interior” de los personajes tiene una importancia primordial para los acontecimientos. No obstante, esto no quiere decir que la lucha quede de lado. Al contrario. En ese punto también están en su mejor momento. En esta novela asistimos a enfrentamientos increíbles, mucho más emocionantes que los que presenciábamos últimamente. Los Lessers ya están descafeinados y entran en acción unos enemigos mucho más interesantes, más potentes: the band of bastards. Xcor, otro personaje tremendamente interesante e importante en este libro, está dispuesto a arrebatarle el trono a Warth cueste lo que cueste… El fin del reinado del rey ciego puede estar cerca.
Simplemente, un libro de 10.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por darnos una idea de como será el libro estoy deseando que llegue.

Fani dijo...

Hola!
De nada, me gustó tanto que tenía que hacer una crítica. Espero que lo publiquen pronto en castellano. Seguro que te gusta ^_^
Biquiños!