miércoles, 1 de febrero de 2012

Sólo mío (Susan Elizabeth Phillips)


                                                 


Editorial: B Grupo Zeta, Zeta Bolsillo / Octubre 2009
ISBN: 9788498723106
Género: Contemporáneo
Serie: 3º- Chicago Stars - SEP

Título original: Nobody's Baby but Mine
Editorial original: Avon / Enero 1997
ISBN original: 0-380-78234-0

“La doctora Jane Darlington, genio de la física y profesora, es una principiante en asuntos del corazón. Después de la ruptura de su único romance, Jane comienza a escuchar su reloj biológico. Pero decidir tener un hijo es más sencillo que encontrar un padre para el bebé. Jane, a quien han tratado como a un monstruo la mayor parte de su vida, está empeñada en evitar que su hijo tenga que pasar por lo mismo. La mayoría de los donantes de esperma son inteligentes estudiantes de medicina; lo que ella necesita es a alguien con buenos genes pero no demasiado inteligente.
La feliz ocurrencia de uno de los jugadores del equipo es darle una mujer al quaterback Cal Bonner como regalo en su 36 cumpleaños, y recurre a Jodie Pulanski, una de las groupies en busca de ayuda. Jodie promete que le conseguirá una prostituta con clase, que no es otra que Jane, a quien la joven a escuchado hablar de tener un bebé.
La cosa parece funcionar, pero Jane se da cuenta de que Cal no es ningún cabeza de chorlito con más músculos que cerebro. Cuando Cal se entera de que está a punto de ser papá, insiste en casarse con ella para que el niño sea legítimo y Jane se va a regañadientes a su casa en Carolina del Norte a esperar la llegada del bebe para que después puedan separarse. Cal y Jane son como el agua y el aceite, y no paran de pelear. Pero ninguno de los dos contaba con enamorarse...” (Sinopsis extraída de Autoras en la Sombra).

Sólo mío supone la tercera entrega de la exitosa serie “Chicago Stars” de la aclamada autora de novela romántica contemporánea Susan Elizabeth Phillips (S.E.P). Al mismo tiempo, es la primera entrega de la miniserie de los “Hermanos Bonner”.

Jane es una mujer extremadamente inteligente. Y por extremadamente debe entenderse exactamente eso: EXTREMADAMENTE. Es uno de esos bichos raros que piensan en partículas, resuelven ecuaciones mentales y pretenden desvelar los secretos del universo. Uno de esos seres cuyo trabajo es de extrema importancia. De hecho, es tan importante que debido a él se ha olvidado de un pequeño detallito: su propia vida. No obstante, esto es comprensible. Universitaria a los catorce años, la juventud de Jane fue un auténtico infierno. En clase los chicos mayores que ella que la miraban como a un bicho raro. En la calle los chicos de su edad la miraban como un bicho raro.

Y en casa…

Bueno, no se puede decir que su padre la mirase exactamente como a un bicho raro, pero su falta de cariño, de atención y de comprensión acabaron por condenarla a una existencia de soledad absoluta. Sin amigos. Sin citas los sábados. Sin sortear las atenciones no deseadas de los chicos. Eso sí, siendo un genio. Ahora, a los treinta y cuatro años la soledad se ha convertido en insoportable y hay un deseo que prevalece sobre cualquier otro, incluso, sobre su trabajo: ser madre. El problema es que para eso necesita un padre. Un padre tonto, más concretamente. Así, sin eufemismos. Un padre cuyas neuronas hayan recibido tantos golpes que hayan perdido su funcionalidad. Por eso, cuando ve a Cal Bonner en televisión, con su pronunciación vulgar y su terrible gramática, se da cuenta de que acaba de encontrar al padre perfecto para su bebé: con un padre cabeza de chorlito como aquel y una madre terriblemente inteligente como ella, su hijo tendrá que ser normal. Al fin y al cabo, por nada del mundo lo condenaría a pasar por lo que ha pasado ella.

Cal Bonner se está haciendo viejo. Inconscientemente lo niega, pero en el fondo sabe que es cierto. E inevitable. Ese es el motivo por el que se exige en el campo lo mismo que cuando tenía diez años menos. Y por el que sólo sale con jovencitas de menos de veintidós años. No obstante, cuando aquella mujer aparece en su casa el día de su trigésimo sexto cumpleaños no puede evitar sentirse atraído por ella. Y eso que debe tener, por lo menos, veintiocho años. Pero, sin ningún motivo aparente, Cal se siente más excitado cuando está con ella que con ninguna otra. Así, tras aquella noche no puede quitársela de la cabeza. El misterio que la rodea lo atrae. Sus ojos verdes lo persiguen. El recuerdo de su piel bajo sus manos los atormenta. Necesita saber quién es y no dudará en utilizar todos los medios de los que dispone para ello. Incluida la extorsión. En el mismo instante en el que lo descubre siente como el mundo se le viene encima. Aquella mujer es una perra que lo ha utilizado. Pensar en el bebé que espera hace que se le contraigan las entrañas. Pero no es un cobarde. Hará lo que debe. Se casará con ella y hará que pague por todas sus mentiras. Va a convertir su vida en un infierno.

Jane y Cal son dos personajes aparentemente opuestos. Él un atractivo y seductor deportista con pocas luces. Ella una anodina y aburrida física de inteligencia desmesurada. Una relación entre ellos sería, pues, completamente desastrosa. Pero las cosas nunca son lo que parecen y ni Cal es el tonto que Jane cree, ni Jane es la aburrida mujer que Cal se imagina.

Con un carácter explosivo en común, la relación de estos dos personajes se convertirá en una bomba de relojería. Las discusiones se sucederán sin control. Los gritos, las malas contestaciones y la pasión irrefrenable caracterizarán su vida marital. Esa vida marital condenada a acabarse cuando el niño que esperan nazca. Porque, evidentemente, no pueden convertir esa farsa en un matrimonio real, por muy bien que se lleven cuando no están peleando. Ni por la incomprensible atracción que sienten. Ni, mucho menos, por esa sensación de paz, de poder ser ellos mismos, que los invade cuando están en compañía del otro.  


          ¿O sí?

Sólo mío es una novela extremadamente divertida. La ironía caracteriza la personalidad y los diálogos de sus personajes y despierta la hilaridad del lector desde la primera página. Cal y Jane resultan encantadores a la vez que desesperantes, sumidos en ese tira y afloja en el que han convertido su relación. Así, página a página, se va desarrollando una historia tierna, amena, con momentos dulces, ridículos, tensos y emocionantes. Susan Elizabeth Phillips narra con esa ligereza, proximidad y socarronería que la caracteriza una de esas historias que te hacen suspirar cuando pasas la última página. Es inevitable que Cal, con toda esa dureza y egoísmo que lo define, se gane un poquito del corazón de las lectoras. Pero más inevitable es, si cabe, que Jane despierte la comprensión y la compasión, en cierto modo, del lector. Porque si bien es cierto que Jane se presenta como un personaje femenino fuerte, en el fondo todos sabemos, casi desde la primera página, que es una mujer tremendamente vulnerable a la que nadie ha querido jamás.  Y aquí radica uno de los puntos fuertes no sólo de esta novela, sino de todas las que he leído hasta el momento de S.E.P: la psicología de sus personajes está perfectamente definida desde el principio y, aun cuando siempre evolucionan a lo largo de la trama, no se producen unos cambios drásticos que conviertan al personaje en irreconocible para el lector.

Y en este punto, hablando de los personajes y de su psicología, he de reconocer que una de las cosas que más me ha gustado de la novela responde a un nombre. Un nombre que Cal odia. Kevin Tucker.

                                   KEVIN

                                               TUCKER.

El protagonista de Este corazón mío. Si no hubiera leído ya, fiel a mí estilo de leer las novelas de las series en el orden que me sale de las narices, su novela, en el mismo instante en el que pasé la última página de Sólo mío hubiera cogido las llaves y me hubiera ido a la librería más cercana. Porque Kevin, inevitablemente, engancha. Y engancha mucho. Con su ironía y su costumbre de no decir nunca lo que piensa. Con esa dulzura que se adivina bajo la máscara de despreocupación que se pone cada mañana. Kevin engancha y él lo sabe. Al fin y al cabo, acaba enganchando a Cal y a Jane. Acaba conquistando a la abuela de Cal. Y a su madre. Y, si me apuras, diría que hasta su padre, el doctor Bonner se engancha un poquito. Porque Kevin lo vale.

Así pues, Sólo mío es una novela casi magistral con una única pega: Kevin Tucker acaba robándole protagonismo a Cal. Al fin y al cabo, cuando en algún momento de la novela deseas que la protagonista femenina abandone a su pareja y se vaya con el secundario es que algo falla…

De ponerle una nota, creo que esta novela se merece un 9.

4 comentarios:

LadyMarian dijo...

Me encantó tu reseña!! Y qué lindo es leer a alguien entusiasmado por un libro que disfrutamos hace tiempo! Es lindo y nos da envidia porque esa primera impresión ya la tuvimos y vos la estás disfrutando. Raro, no?

A mí me parece uno de los mejores de SEP y ya sabemos que esta señora tiene muchísimos libros buenísimos. Me encantó!

Estosy de acuerdo Kevin es un personaje fantástico, igual que todos los demás que acompañan. Por eso SEP es quien es, porque no se queda sólo con los protagonistas, nos da excelentes personajes secundarios y, generalmente, una historia de amor secundaria preciosa (a veces incluso me ha gustado más que la principal).

Felicitaciones por la entrada!
Besotes!!! :)

Fani dijo...

Hola LadyMarian!!
Sí, SEP es una crac. Con Ella es tan dulce me llevé un chasco (y al ser el primero de ella que leía, más), pero después de Besar a un ángel me he hecho "sepie" más. ¡¡Es genial!!

Lo malo es que me estoy leyendo los libros desordenados (aún no me leí el de Phoebe, por ejemplo) así que al final es un lío xD

Muchas gracias por tus comentarios!

Biquiños

LadyMarian dijo...

Noo! Tenés que leerlos en orden! Es una lástima porque se disfrutan mucho más así! Además son todos buenos, no es que tengas que aguantarte tres bodrios para llegar al que vale la pena (algo que sucede con muchas series). Tienen un nivel bastante parejo y todos valen la pena.

El de Phoebe es el primero, Tenías que ser tú, y me gustó mucho. Y tiene al comienzo una escena desopilante en un cementerio. No sabía cómo contener las carcajadas porque estaba en un lugar público! Igualmente hay humor y también temas muy duros. SEP mezcla con armonía las dos caras .

Besos

Fani dijo...

Lo sé, Dama Blanca siempre me riñe por esa mala costumbre xDDD Pero, bueno, después haré una relectura de todos en orden. Y tienes razón, salvo Ella es tan dulce, todos los demás me parecen buenísimos.
Ahora acabo de terminar el último de la Hermandad, el de Payne, a ver si hago la reseña y después me pongo con el que me dices que seguro que está genial ^_^
Biquiños!