domingo, 20 de noviembre de 2011

Cuando Harry encontró a Molly (Kieran Kramer)

                                


Editorial: Roca EditorialTerciopelo / Noviembre 2011
ISBN: 9788492617708
Género: Histórico
Serie: 1º- Impossible Bachelors - Kramer

Título original: When Harry Met Molly
Editorial original: 
St. Martin's Paperbacks 
/ Noviembre 2010
ISBN original: 0-312-61164-1

Él siempre ha sido un jugador.
El apuesto lord Harry Traemore está satisfecho con pasar los días en busca de placeres. Pero cuando el príncipe regente le nombra uno de los «solteros imposibles» de la sociedad, Harry se ve metido en una apuesta de rivalidad romántica. Las reglas del compromiso son escandalosamente simples: el soltero cuya amante gane el título de «acompañante más deliciosa» consigue seguir soltero. A Harry le trae sin cuidado su estatus… hasta que su última querida lo abandona.
¿Quién ganará este juego amoroso?
Ahí es donde entra lady Molly Fairbanks. La amiga de la infancia de Harry… en realidad, más bien enemiga… es la acompañante menos probable. Es atractiva pero impetuosa, y no tiene humor para los juegos. Además, ¿qué podría saber el disipado Harry sobre lo que hace o no que una mujer sea deliciosa? Ha llegado el momento de que Molly le dé una lección de una vez por todas… pero ¿les llevará eso a un final feliz?” (Sinopsis extraída de la web de novela romántica Autoras en la sombra)
Cuando Harry encontró a Molly supone la primera entrega de la serie “Impossible Bachelors” de Kieran Kramer. En ella se nos cuenta la historia de Harry y Molly, dos personajes que, ya al inicio de la novela, tienen una historia en común.
Harry es el hijo pequeño del duque de Mallan, el “segundón” de la familia. Al igual que Molly, la hija pequeña del conde de Sutton.
Harry ha vivido siempre a la sombra de su perfecto hermano. El heredero es el hombre de bien, el responsable, el que siempre se comporta como debe. Él, sin embargo, ha sido siempre el irresponsable, el alocado, la continua decepción de su padre. Lo mismo que Molly, cuya imagen se ha visto siempre empañada por la de su hermana. Su hermana es la hermosa, la dulce, la buena, mientras que Molly es… Bueno, es Molly, la niña que le escribió un poema al prometido de su hermana el día antes de la boda contándole que su prometida se había besado con Harry en la pérgola.
Ambos, por otra parte, han aceptado hace tiempo su papel en la familia: el de  oveja negra. El hecho de que, además, sean vecinos y hayan pasado su infancia haciéndose trastadas mutuamente los vincula todavía más… Aunque, evidentemente, una relación entre ellos es completamente impensable. Harry y Molly, sencillamente, no se soportan.
Cuando, tras el incidente del poema, Harry es enviado por su padre al ejército, no se sorprende. Es algo que, en realidad, se veía venir. Su padre lo desprecia ya que no ha sido nada más que una continua decepción para él. Y también en eso le defrauda pues, en lugar de volver como un héroe, regresa a casa deshonrado.  
            ¿Qué hacer entonces?
Simplemente, lo que se espera de él: absolutamente nada. Libertino y mujeriego, dedica sus días al juego y al placer. Pero, sobre todo, se dedica a eludir a las madres casamenteras y a sus hijas. El matrimonio no está hecho para Harry Traemor.
Por eso, cuando el rey les propone, a él y a sus amigos, una apuesta no puede más que aceptarla pues, el ganador, tendrá un año de completa tranquilidad en el ámbito del matrimonio. Las madres no podrán acercarse a él, las hijas no podrán aspirar a que ponga un anillo en su dedo y, sobre todo, cualquier argucia para intentar comprometerlo será castigada por el propio Prinny. El problema surge cuando, justo antes del concurso, su amante lo abandona… Y la única opción que le queda es llevar a la insoportable Molly al concurso y rezar porque, al menos, no lo deje en ridículo.
Molly ha sido siempre una romántica. Cuando escribió aquel estúpido poema para el prometido de su hermana, lo hizo porque era una romántica. Cuando decidió fugarse a Gretna con el zoquete de Cedric también lo hizo debido a su carácter extremadamente romántico… Y no es que lo amara, claro que no. Simplemente, no quería verse condenada a ser una solterona y Cedric parecía su única salvación. Lamentablemente, él era peor de lo que pensaba y por eso acaba abandonándola en una posada de mala muerte y fugándose con la amante de otro hombre. Concretamente, del peor de los hombres: Harry Traemor, su peor enemigo. Así pues, son sólo dos las opciones que le quedan en esas circunstancias. Puede irse con Harry y hacerse pasar por su amante durante una semana o…
Bien, o puede irse con Harry ya que este no le concede otra opción. A pesar de su terrible fama, el hijo del duque es un caballero y no va a dejar a una dama, mucho menos a una dama que conoce aunque esta sea Molly, sola y abandonada en una posada. Sin ninguna otra solución a la vista, Molly y Harry emprenden el camino hacia una aventura que cambiará sus vidas.
Lo cierto es que esta novela llegó a mí más por accidente que por deseo real de leerla. Dado que no había ninguna novela que me llamara especialmente la atención, decidí darle una oportunidad ya que tenía un argumento bastante interesante. Fue una buena decisión.
Escrita con ironía y con unos diálogos chispeantes, el libro consigue enganchar desde el principio. Molly y Harry se odian y las continuas discusiones y “trastadas” entre ellos despiertan la hilaridad del lector que pasa las páginas sin apenas darse cuenta. Asimismo, el encanto de muchos de los personajes secundarios contribuye al éxito de la novela y lleva a desear que salgan las siguientes entregas de la saga.
Otro punto que me gustó mucho, es el tema de la amistad. Cuando llega, Molly se encuentra con que las demás amantes se ven unas a otras como rivales y las malas contestaciones y el desprecio están a la orden del día. Poco a poco, sin embargo, consigue trabar con ellas una amistad que, si bien resulta difícil al principio, acaba por convertirse en un elemento fundamental de la trama.
No obstante, aún cuando, en general, la novela es divertida, amena y tierna, hacia la mitad del libro se “deshincha” un poco. Y es que hay momentos en los que la trama pierde un poco de fuelle. Además, el personaje de Molly cae, en mi opinión, en incoherencias. Comienza la novela siendo una mujer extremadamente inocente. Y con extremadamente quiero decir precisamente eso, EXTREMADAMENTE. En cambio, de repente, cuando lleva un par de días haciéndose pasar por la amante de Harry se convierte en una pícara que hace gala de una audacia desconcertante. Vale que el contacto con las demás amantes y los besos del protagonista la corrompan pero… ¿tanto?
Por otra parte, el final me ha parecido demasiado precipitado. En unas pocas hojas se suceden una serie de acontecimientos que a mí me han parecido excesivos.
Por el resto, lo cierto es que esta es una novela que recomendaría para pasar un buen rato y reírse con la ironía y la sátira de la que hace gala la autora. Si bien no es uno de esos libros “inolvidables”, tampoco me ha defraudado.
Le doy un 7,5.

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